En estos últimos años, nuestra ciudad vio crecer su oferta y calidad de espectáculos, producciones, talleres, seminarios, capacitaciones, conciertos, presentaciones artísticas diversas, salas de ensayo y producción de obras, entre otros. Este gran desarrollo tiene mucho que ver con el intenso trabajo que llevan adelante los centros y espacios culturales. 

 

Hoy conoceremos la historia de Espacio Delta, ubicado en Ituzaingó 1096. Se trata de una sala que cuenta con varios años en la ciudad. Innumerables artistas han pasado por su escenario, de todo tipo y disciplina. Cantautores, músicos, actores, plásticos, poetas y bailarines. La lista es larga y riquísima. Público de todas las edades y de todos los gustos, porque en Delta se ha reído, se ha bailado, se ha llorado, se ha cantado, se ha aplaudido de pie y se ha pedido otra.

 

Un escenario al fondo acondicionado de manera sobria, luces, sonido, camarines, barra, boletería, tribuna, mesas y sillas, cabina de control de iluminación y sonido, conforman el espacio físico. El espacio humano está constituido por artistas y amigos: actores, bailarines, poetas, artesanos, que trabajan de manera colectiva y apasionada para que cada espectáculo sea recibido por el público de la mejor manera posible. Peñas folclóricas, obras de teatro, exposiciones de artistas, ciclos de cine, recitales, cada fin de semana se suceden con ganas de multiplicarse.

 

Pero Espacio Delta no siempre fue Espacio Delta. Lo cierto es que la sala cultural nace en el año 2007 ubicada en calle Rocamora, y su nombre era el mismo del grupo de teatro independiente y la ONG que le dieron nacimiento: Eppur Si Muove. Los iniciadores fueron un grupo de actores de la ciudad (Grupo Eppur Si Muove) y pronto otros amigos artistas se sumaron a la propuesta trabajando codo a codo por sostener un espacio independiente con estas características. En el año 2009 la sala se traslada a su actual local ubicado en Ituzaingó 1096, y tiempo después pasa a llamarse Espacio Delta.

 

“En nuestra sala se gana en arte, se gana en intercambio, se gana en conocimiento y comunión con los artistas locales y foráneos. La ciudad gana, los artistas ganan, el público gana, y la sala se llena de gente que siente que se va más enriquecida”, resumen sus integrantes.