Desde hace muchos años nuestra ciudad valora la importancia de los árboles por sus múltiples servicios ecosistémicos. La primera ordenanza municipal sobre arbolado público data de 1987. 

Sin embargo, fue a partir de 2010 cuando se comenzó a priorizar las bondades de los árboles nativos o autóctonos, es decir de los que son propios del lugar y hacen a la identidad local.  

Por ello, desde entonces se vienen organizando diversas capacitaciones y plantaciones de especies nativas desde la Municipalidad junto con numerosas organizaciones locales, ONGs, vecinos y escuelas. 

De esta forma se busca que nombres como Anacahuita, Viraró, Azota caballos, Curupí, Lecherón o Guayabo - entre muchos otros - sean reconocidos por la comunidad como propios, para que abunden en nuestros espacios públicos y jardines. 

 

Beneficios de los árboles nativos 

Por la ley 1.476 de 1901 se declara el 28 de julio como El Día del Árbol Entrerriano. Fue en homenaje al Colegio del Uruguay, fundado por Justo José de Urquiza el 28 de julio de 1849. 

Además, la flora autóctona se encuentran completamente adaptada a las condiciones climáticas y edáficas de la zona, destacándose por su belleza y singularidad, forman parte del patrimonio genético e histórico, natural y cultural, resaltando nuestro sentido de pertenencia e identidad local. Aparte, reducen costos y mantenimiento.  

En Entre Ríos hay 85 especies de plantas exclusivas de esta provincia, convergen 4 corrientes florísticas que la hacen particularmente importante como asiento de diversidad florística y faunística, y en ella viven 2.000 especies de plantas, constituyendo el 21% de la flora argentina. 

Merece destacarse la protección especial a nivel provincial de 3 especies nativas como son el Ñandubay (Prosopis afinis) - especie que identifica al reconocido balneario-camping Ñandubaysal -, el algarrobo blanco (alba) y el algarrobo negro (nigra) por Ley Nº 9.663/2005). 

La eliminación de la flora nativa por motivos antrópicos constituye una práctica extremadamente perjudicial desde los puntos de vista fitosanitario, socioculturales y económicos. La naturaleza se basa en la diversidad para poder adaptarse tanto a cambios climáticos como a cuestiones sanitarias y patógenas. 

Los árboles nativos son los que nos permitirán volver a atraen mariposas y aves a nuestros espacios verdes, ya sea en busca de refugio o de alimento. En Gualeguaychú hay registradas unas 290 especies de aves y unas 63 de mariposas, y cada especie tiene sus plantas preferidas, así que ¡cuántos más árboles autóctonos plantemos mayor biodiversidad aportaremos y disfrutaremos en la ciudad!  

Además, a nosotros nos brindan múltiples beneficios, que a veces no recordamos: 

Filtran partículas contaminantes del aire 
Reducen la contaminación acústica 
Ayudan a ahorrar energía utilizada para calefacción/refrigeración 
Son fuentes de alimentos y medicinas 
Protegen las cuencas hidrográficas 
Posibilitan estilos de vida activos y saludables 
Ayudan a mitigar el cambio climático 
Previenen inundaciones 
Refrescan el aire 
Brindan refugio y alimento a numerosos animales, especialmente aves, mariposas, abejas y otros insectos polinizadores