La reducción de la sal en la alimentación es una de las medidas recomendadas para prevenir las enfermedades no transmisibles y señalada como una de las más importantes estrategias para mejorar la salud de la población según la Organización Mundial de la Salud. El exceso de sal incrementa la presión arterial causando hipertensión, representa un posible carcinógeno para el cáncer gástrico y está asociada con la insuficiencia renal y la osteoporosis. Según recientes evaluaciones, en Argentina el consumo de sal suele ser de más de 5/g al día, cantidad máxima recomendada por la Organización Mundial de la Salud. La presión arterial alta contribuye en al menos el 40% de todas las enfermedades del corazón y accidentes cerebrovasculares, que representan a su vez el 45% de las enfermedades no transmisibles.

La OMS se suma al esfuerzo de la comunidad mundial compartiendo herramientas para desarrollar e implementar políticas integrales para la reducción de la sal y mensajes clave para promover prácticas saludables en el hogar, las escuelas y los lugares de trabajo. Las mejores estrategias comprenden:

 

1. La reformulación de productos alimenticios para que contengan menos sal/sodio y el establecimiento de niveles objetivo para el contenido de sal/sodio en alimentos y comidas. 

 

2. El establecimiento de un entorno de apoyo en instituciones públicas como hospitales, escuelas, lugares de trabajo y hogares de ancianos, para permitir que se brinden opciones con menos sodio.

 

3. Campañas de comunicación de cambio de comportamiento y medios de comunicación de masas para concienciar sobre la reducción del consumo de sal.

 

4. La implementación del etiquetado en el frente del envase para proporcionar información fácil de leer y de entender para los consumidores.

 

5. Seguimiento de la ingesta, los conocimientos, las actitudes y el comportamiento de la población de sal/sodio, y el contenido de sal/sodio del suministro de alimentos.

 

En Argentina el consumo de sodio supera el doble de lo recomendado por la Organización Mundial de la Salud. Casi el 70% del sodio que consumimos se encuentra “escondido” en los alimentos, sobre todo en aquellos ultraprocesados, por lo que a nivel nacional se apunta a reducir progresivamente el sodio de estos alimentos “críticos” mediante acuerdos con la Industria Alimentaria.

En sintonía con esta política, en Gualeguaychú se sancionó la Ordenanza N° 12.152/17, con la que adhiere a la Ley Nacional de Promoción de Reducción del Consumo de Sodio, para ejecutar acciones en el marco del Programa “Menos Sal, Más Vida” que apunta, entre otras iniciativas, a lograr acuerdos con los panaderos para reducir el contenido de sodio del pan, y con el sector gastronómico para limitar la oferta de saleros en restaurantes y ofrecer menús sin agregado de sal.

En nuestra ciudad, el área de Promoción y Equidad, de la secretaría de Desarrollo Social y Salud ha logrado que el 60% de panaderías y sucursales hayan adherido voluntariamente al programa. El listado de las mismas puede consultarse en http://gualeguaychu.gov.ar/menossalmasvida. Asimismo, se ha trabajado en la necesidad de concientizar a la población sobre la necesidad de disminuir la incorporación de sal en las comidas. Este enfoque integral e intersectorial puede contribuir a prevenir cerca del 25% de los infartos de miocardio y accidentes cerebrovasculares, actualmente la primera causa de muerte y discapacidad en adultos.