La charla de apertura de este Congreso estuvo a cargo de Lic. Guillermo Priotto y de quien el Programa de Educación Ambiental de la dirección de Ambiente, resalta parte de su mensaje.

 

“En la experiencia de las escuelas e instituciones educativas la Educación Ambiental ha sido designada, la mayoría de las veces, a las ciencias de la naturaleza; pero hemos aprendido que los problemas que se atienden en ella tienen componentes sociales, y que los mismos provienen de la apropiación que las personas hacen del ambiente y de la interacción que existe con los problemas ambientales”, señaló Guillermo Priotto y continuó “las formas de apropiarnos de los sistemas naturales son violentas, y es necesario aclarar que el concepto de naturaleza ha sido creado para poder separarlo de los hombres, y de esa forma someterla a nuestra voluntad. Por lo cual, un desafío de la educación ambiental es avanzar sobre la forma de vincularnos con el ambiente, generando respeto, solidaridad, compromiso”.

 

“Somos conscientes de que trabajamos con un concepto tan amplio que lo abarcará todo; cuando logremos internalizar esa percepción comprenderemos dicha complejidad, y ya no hablaremos de ambiente, no hablaremos de educación ambiental, sino de educación”, expresó Guillermo Priotto y a agregó “por lo que hay que seguir generando la red de entramado de conocimientos, dado que mientras sigamos relacionando al hombre con el sistema natural, seguiremos haciendo educación ambiental”.

 

En cuanto a la escuela, Guillermo Priotto dijo que “si bien su objetivo no es resolver problemas ambientales, es necesario que exista coherencia entre lo que enseña y el cambio que promueve, poniendo atención, por ejemplo en las condiciones edilicias y en la gestión ambiental escolar, y pensando a la institución como un organismo vivo con entrada y salida, preguntarnos, por ejemplo ¿Cuánto papel se consume?”. “En la medida en que aprendamos y propiciemos la participación y autogestión de los estudiantes, las conductas serán modificadas, y generaremos ciudadanos comprometidos. Ésa es la razón propia de la educación ambiental, proyectar a futuro”, concluyó Guillermo Priotto.