Salud
Historias de una cuarentena en Gualeguaychú
María Solange Reichel y María Elena Márquez llegaron a la ciudad y realizaron su cuarentena en el refugio municipal que funciona en la Casa del Encuentro. A través de fotografías nos cuentan su experiencia.
María Solange es fotógrafa y estaba de viaje en Brasil cuando la pandemia del Covid – 19 hizo pie en nuestro continente. Su viaje hasta Gualeguaychú, su ciudad, fue largo y complejo y no exento de aventuras. Llegó a finales de abril. María Elena, por su parte, vive en La Plata, estudia Artes Visuales y trabaja en una cervecería que, en el marco del aislamiento obligatorio, restringió su atención.
María Solange y María Elena cruzaron sus caminos en la Casa de Encuentro Virgen Peregrina, donde funciona uno de los refugios dispuestos por la Municipalidad para aquellas personas que deben cumplir el aislamiento y no tienen un espacio para hacerlo. Allí dejaron su testimonio, su semblanza de un tiempo díficil de descifrar.
Contar los días... en fotos
La Casa del Encuentro del obispado está ubicada en el predio donde funciona el colegio primario Pío XII y cuenta con un gran predio con grandes árboles y mucha tranquilidad. “Dado el lugar y que íbamos a pasar ahí varios días decidimos hacer un diario de la cuarentena, apelando a lo creativo. Con María Elena se nos ocurrió ponerle un nombre a cada día.” apunta María Solange.
Afuera la luz del día sangraba lentamente hasta el atardecer. (B. Stoker -Dracula).
Hoy ví el viento, lo ví libre y me enamoré. ( Perotá Chingó).
Paisajes, semblanzas que evocan sentimientos, incertidumbres, angustias y esperanzas, en un aislamiento distinto, en una Gualeguaychú y una Argentina distintas. Un aislamiento entre tantos otros, que sin embargo se unen en una voluntad colectiva de cuidado.
Llegar, irse
El Estado municipal, en el marco de las políticas para resguardar la salud de nuestra comunidad, garantiza refugio a personas que deben cumplir con el aislamiento. Pero esta protección sólo es posible a partir del compromiso de todos.
“En viaje me contacté con personal del municipio para confirmar si aceptaba ir a la casa del obispado, a lo cual yo accedí para cuidar a mi familia y estaba avisada que debía pasar 14 días aislada” explica María Elena. Por su parte María Solange agrega “En Brasil no había mucho cuidado, era un caos, no había mucha conciencia. Por eso no quise volver a mi casa, para no poner a nadie en riesgo”.
Los científicos dicen que estamos hechos de átomos, pero un pajarito me contó que estamos hechos de historias. (E. Galeano).
Los días pasaron en la Casa de Encuentro, nombre que se fue haciendo cada vez más oportuno en esta historia. María Elena y María Solange ya están en sus hogares, con la seguridad y la tranquilidad de haber cuidado a su familia, a sus amigos, a su comunidad. La pandemia ciertamente nos impone restricciones, distancias, nuevas rutinas, incertidumbres y angustias. Pero también algunas vivencias que aportan algunas claridades. “En ningún momento me sentí encerrada” aclara María Elena, “No hubo tiempo de aburrirse, no hubo ganas de aburrirse” concluye María Solange.
Ver la colección completa de fotos en: https://owncloud.gualeguaychu.gov.ar/owncloud/s/v89d60lgLqG9d7T