El pasado viernes 17 de noviembre sus integrantes compartieron su última clase y Cintya Díaz, la profe encargada de dicha actividad nos cuenta: “En la escuela de iniciación artística notábamos que la brecha etaria que va desde los 12 a 16 años necesitaba una propuesta que articule las ganas de dibujar pero también las ganas de decir, de contar, de desarrollar una idea que tenga que ver con expresarse más allá del dibujo y fue así que  se combinaron esta necesidad con el legado de quien prestaba su casa por dos horas, todos los viernes: José S. Álvarez Escalada, Fray Mocho, periodista y escritor, famoso por sus retratos costumbristas de época y los primeros esbozos de historieta argentina”.

 

Cada viernes, de la mano de la profe Cintya, un grupo de chicos y chicas se fue acercando al museo y juntos fueron construyendo el rumbo de este hermoso taller. En cada clase, hicieron el recorrido por la historieta argentina, conociendo el trabajo de autores como Oesterheld, Breccia, Quino, Fontanarrosa, Tabaré, Maitena, Lunik, entre otros. Aprendiendo cada elemento en la construcción de una historieta, descubriendo formas de contar, incorporando el humor o la ironía como otro medio comunicacional. Analizando su entorno y tocando los temas de actualidad, interpretando distintos medios de información, generando hábitos de lectura, alfabetización visual, también incorporando técnicas de dibujo para poder emprender su propia historieta.

 

Cada viernes tuvo un componente único de parte de cada uno de sus participantes, ya sea en forma de risa, tristeza o de una canción compartida, un nuevo libro para mostrar o ideas a la hora de construir un personaje. Pero seguro, algo nuevo por descubrir semana a semana. Y lo más importante, ayudó a sus integrantes a conectar su mundo interior, sus ideas y emociones para poder exteriorizarlas a través de las palabras e imágenes.