Cultura
La Casa de De Deken cerró un año de formación y trabajo conjunto con la comunidad
Estudiantes del ISA D-162 finalizaron la cátedra de Conservación de Obras con la puesta en valor de pinturas de Alberto Arigós de Elía, en una experiencia articulada entre la Dirección de Cultura y el Museo de la Memoria Popular.
La Dirección de Cultura y el Instituto Superior de Arte D-162 concluyeron una nueva etapa de experiencias educativas compartidas que fortalecen el vínculo entre la formación artística y la comunidad de Gualeguaychú. Durante el ciclo lectivo 2025, la Casa de De Deken fue sede de la cátedra EDI “Conservación de Obras Artísticas y Culturales”, correspondiente al tercer año de la Tecnicatura Superior en Artes Plásticas del ISA D-162. Gracias a un convenio institucional, distintos espacios del Museo de la Memoria Popular se abrieron para el dictado de las clases a cargo de la museóloga Natalia Derudi, lo que permitió integrar teoría y práctica en un entorno patrimonial.
El pasado martes, como cierre de la materia, los estudiantes presentaron el trabajo final: la puesta en valor de obras pictóricas del artista Alberto Arigós de Elía. El encuentro contó con la presencia del subsecretario de Cultura, Luis Castillo; el rector del Instituto, profesor Marcelo Ferrari; el concejal Juan Pablo Castillo y representantes de la Reserva Tapecuá, propietarios de las obras intervenidas. Durante la exposición, los estudiantes explicaron el proceso técnico desarrollado durante los últimos meses y destacaron la importancia de experiencias como esta para consolidar aprendizajes significativos y duraderos.
La actividad también permitió revisitar el legado de Alberto Arigós de Elía, abogado y escribano nacido en Buenos Aires, profundamente ligado a Gualeguaychú y a su identidad cultural. En su antigua residencia de campo, ubicada en el predio donde próximamente abrirá la Reserva Natural Privada y Estancia Tapecuá, se conservan valiosas pinturas al óleo que retratan paisajes rurales, escenas cotidianas y personajes de mediados del siglo pasado, capturados con la sensibilidad que caracterizó al artista. Sus nietos, Carlos Arigós y Haydé, también artista, han sido los custodios del acervo que integrará el futuro Museo Casona Arigós, a inaugurarse en el lugar.
Tapecuá abrirá sus puertas próximamente como un espacio dedicado al contacto con la naturaleza, la sostenibilidad y la puesta en valor del patrimonio histórico y cultural. Este trabajo conjunto reafirma el compromiso de la ciudad con la educación artística y la preservación de su memoria colectiva.