El miércoles por la mañana la Municipalidad fue el epicentro de diversos debates relacionados con la cuestión ambiental. Uno central es el que ocupa a los concejales a partir de los proyectos de ordenanza elevados por el Ejecutivo municipal referidos a la regulación del uso de agroquímicos y la prohibición del glifosato en el éjido de Gualeguaychú. En este sentido, los concejales se reunieron con diversas organizaciones ambientalistas locales, en el marco del programa de reuniones vienen desarrollando con distintos actores e instituciones como Colegio de agrónomos, comerciantes, organizaciones rurales, universidades, entre otros.

 

En términos generales, todos los que tomaron la palabra coincidieron en recalcar el carácter nocivo del glifosato para la salud humana y la importancia que desde el Estado, en sus distintos niveles, se genere mayor y eficiente control. Particularmente, en representación del Colectivo Me hago cargo, Claudina Luján expresó "La verdad es una sóla. Querramos verla o no. Los agrotóxicos nos envenenan, llegan a nuestra mesa, a nuestra comida. Tenemos que dar este paso, cambiar al menos desde acá la lógica de que lo único que importa es el rédito económico. Es importantísimo este proyecto, por lo que apoyamos esta decisión del municipio"

 

Por su parte, por Salvemos el río, Natacha Crimella apuntó sobre la importancia de generar una normativa sólida en términos jurídicos para garantizar sus sustentabilidad ante posibles recursos judiciales que la objeten. Asimismo, Victoria Veronesi compartió con los concejales bibliografía y materiales relacionados a las consecuencias negativas que produce el glifosato en la salud humana, en la tierra, como así también sobre las alternativas agroecológicas para la producción rural. "De 1996 hasta el presente el incremento en el uso de agrotóxicos en el campo fue de 848%. Es preciso comenzar a trabajar en alternativas, en soberanía alimentaria. Pero necesitamos la normativa. Necesitamos como sociedad dar este paso. Luego será necesario acompañar esta transición, con formación, capacitación y mayor control." expresó Veronesi, quien agregó "Comencemos el 2018 con estas dos ordenanzas, de regulación de agroquímicos y de prohibición del glifosato en el éjido Gualeguaychú. Es urgente, es ahora que nos la tenemos que jugar, porque lo dice la salud de la gente. Sería un precedente importantísimo"

 

Otro punto de debate fue el de las competencias del municipio para impartir esta normativa y su capacidad de control y vigilancia, ante lo cual se recalcó por parte de los concejales la facultad del Estado local para proteger los derechos fundamentales de las personas, obviamente dentro del éjido. Finalmente se destacó que los riesgos probados que implican los agrotóxicos y el glifosato para la salud, habilitan al Estado, por principio precautorio, a fortalecer la regulación o disponer su prohibición.