En tiempos de aislamiento social vinculado a la pandemia del coronavirus, nos quedamos en casa. Podemos aprovechar estos días e incorporar esta excelente práctica ambiental, muy fácil de implementar en los hogares, con grandes aportes a diversas problemáticas como el descarte de alimentos y residuos, la presión sobre los suelos y la lucha contra el cambio climático.
A nivel nacional, el Ministerio de Ambiente y Desarrollo Sostenible adhirió a esta campaña mediante la Resolución 92/2020, considerando que cada año un tercio de los alimentos producidos son desperdiciados en tanto la tasa demográfica mundial aumenta, y con ello la producción alimentaria, la competencia por la tierra y el agua así como el impacto del cambio climático.
Entre las principales ventajas del compostaje se enumeran los menores costos en la gestión de residuos sólidos urbanos; la mayor disponibilidad y recuperación de nutrientes y materia orgánica para la agricultura y la jardinería; la menor cantidad de residuos depositados en rellenos sanitarios o en basurales a cielo abierto; la disminución de vectores de enfermedades y la ausencia de patógenos en el sitio de disposición final; la disminución de gases de efecto invernadero, en especial de metano, y la baja de energía destinada a recolectar, tratar y disponer los residuos.
Por todo ello, desde la dirección de Ambiente de Gualeguaychú se invita a los vecinos a sumarse y producir compost a nivel domiciliario - ya sea en sus jardines, patios o balcones -, por ser una valiosa fuente de materia orgánica que protege el suelo y ayuda a conservarlo húmedo.
¿Cuáles son los pasos a seguir?
Si se dispone de poco lugar se pueden usar baldes de pintura de 20 litros con sus respectivas tapas y limpios, realizando perforaciones en el fondo y los costados para asegurar el drenaje y superponiéndolos.
En caso de contar con terreno puede hacer un pozo y utilizar alguna tapa para evitar que roedores puedan sacar el compostaje. Otra opción, a nivel de superficie, es poner un cerco con madera, clavando 4 tablas a la tierra.
Pasos a seguir:
1 - Colocar el pasto cortado y ramas finas de la poda o papeles trozados (capa de 6 a 10 cm) en el fondo del balde.
2 - Agregar diariamente los residuos orgánicos, como cáscaras de verduras y frutas, yerba mate, té, café, etc. Evite lácteos, carnes y grasas (capa de 3 a 5 cm).
3 - Esparcir compost maduro o tierra común en forma de lluvia (capa de 1-2 cm).
4 - Cubrir con una capa de pasto y hojas. Regar suavemente.
5 - Repetir del 2do al 4to paso hasta completar la compostera.
6 - Colocar una capa fina de pasto y hojas para conservar la humedad.
Hay que regar y remover una vez por semana ya que los microorganismos necesitan humedad y oxígeno para desarrollarse. El compost no debe generar malos olores. De ser así, es porque tiene demasiada agua.
Se pueden incorporar lombrices californianas para acelerar el proceso. El material obtenido estará listo para ser utilizado algunos meses después, dependiendo de las temperaturas.
Por otra parte, en nuestra ciudad está prohibido quemar hojas y ramas, así como otros residuos, por ser perjudicial para las personas y el entorno.
La combustión libera monóxido de carbono y humo, dos sustancias que son contaminantes orgánicos persistentes (COPS). Contamina el aire que respiramos, el humo que respiramos es tóxico, irrita el sistema respiratorio y piel, puede ocasionar daños para las personas con padecimientos pulmonares.
Así lo establecen las ordenanzas municipales Nº 10.088/95 del Código de Prevención de la Contaminación (apartado 2.3.11) y Nº 10.539/01 del Código de Faltas (artículo 65).
Durante el año pasado desde la dirección de Ambiente se desarrollaron numerosos talleres de compost, en un trabajo conjunto con la secretaría de Desarrollo Social y el PASSS – Programa de Alimentación Sana, Segura y Soberana.