Durante este año se profundizó en el desarrollo y la ampliación del taller, el cual fue presentado a los equipos de los nueve CAPS y CIC de la ciudad, junto a referentes e integrantes de las diferentes huertas comunitarias.
El taller cuenta con tres ejes que se relacionan: “Soberanía Alimentaria”, “Salud” y “Economía Familiar”.
Bajo la coordinación del área de Niñez y Economía Popular, la dirección de Ambiente asesora en la elaboración de las huertas familiares, mientras que desde el Ministerio de Desarrollo Social de Nación se brinda el asesoramiento sobre la inscripción al monotributo social, para quienes se encuentren en proceso de comenzar un micro-emprendimiento.

La participación en el taller del área de Género y Diversidad Sexual, es una estrategia más para trabajar la prevención de la violencia económica, porque muchas personas nunca han manejado el dinero del hogar o no han podido decidir sobre el mismo, convirtiéndose en una imposibilidad de emancipación a la hora de querer cortar con el círculo de violencias.
La posibilidad de reflexionar y construir conocimientos en conjunto con una mirada de género, es fundamental para que las personas se sientan protagonistas de su rol en el ámbito productivo y pongan en valor sus saberes populares, para poder incidir en los procesos de transformación concretos de sus vidas cotidianas.

También se trabaja sobre la concientización con respecto a las tareas de cuidados, ya que detrás de las mismas existen relaciones sociales que están atravesadas por construcciones de género en torno a las responsabilidades, roles y funciones que se asignan a varones y mujeres. Históricamente, y con anclaje en la división sexual del trabajo, las tareas vinculadas con lo doméstico-reproductivo fueron establecidas como labores femeninas. En la actualidad, más allá de que la participación laboral remunerada de las mujeres se haya modificado, la responsabilidad de las tareas de cuidado y su desarrollo continúa recayendo en manos femeninas.