El domingo 20 de marzo comenzó al taller literario “Nos leemos, nos escribimos” en la Biblioteca Popular “Las Mirabal” que es parte del Museo de la Memoria Popular, dictado por la docente y escritora Pamela De Battista.

Este taller forma parte de las propuestas de la agenda de marzo, en el marco del Día de la Mujer Trabajadora, y está destinado a las mujeres de diferentes barrios y organizaciones sociales de nuestra ciudad. Tiene como objetivos ofrecer un espacio de diálogo y reflexión sobre textos literarios breves producidos por mujeres que han dado lucha de diversas formas, brindar herramientas para la producción de escrituras vinculadas a la mujer, al barrio, a la comunidad de la que formamos parte, a la experiencia relacionada a estos temas que las destinatarias deseen visibilizar en un texto.

También se propone recopilar las producciones del taller en una antología cuyos ejemplares se otorgarán a las autoras y serán donados a las bibliotecas locales.

Es objetivo, también, dar a conocer y poner en valor la palabra de las mujeres en los barrios, a partir de una producción de escrituras devenidas de lectura, intercambios, diálogo, encuentro.

Durante el primer encuentro se abordó la reflexión acerca de “ser mujer”, cómo nos definimos, de qué manera nos vemos y nos nombramos, y de qué formas influye la visión externa. Este abordaje se realizó en torno a lecturas de poesías y su análisis, así como en ejercicios de escritura que promuevan la visibilización de nuestras propias formas de hacernos parte del lenguaje.

Entre los muchos argumentos que defienden el Lenguaje Inclusivo está el siguiente: la palabra nos visibiliza. Lo que no se nombra, lo que no se dice, aquello a lo que no le cabe ningún término que lo defina o que lo describa, pasa desapercibido, es negado, o visto con desconfianza.

En esta sociedad, con mandatos patriarcales aún vivos, la Lengua ha sido un instrumento de poder para imponer órdenes, juicios, prejuicios y estructuras, que mantengan a raya a los grupos sociales históricamente oprimidos, entre los que entramos en las mujeres, las diversidades de género, los sectores en contextos de pobreza, las personas con discapacidad, migrantes, entre otros.

Por siglos nuestra Lengua no nos ha nombrado, por siglos el género masculino ha funcionado como “generalizador” de todos los géneros. Y, aunque podemos registrar numerosas excepciones, durante mucho tiempo también la escritura estuvo comandada principalmente por las elites intelectuales y, ante todo, aristocráticas y masculinas.

Aunque todavía queda por hacer, en la actualidad, los grupos sociales alejados de ese instrumento de poder que es la lengua, nos lo hemos podido acercar y apropiar, como producto de largas e insistentes luchas. Los textos literarios, en especial la poesía, emprenden una búsqueda más popular.

Cabe destacar que los próximos encuentros se realizarán los domingo 27 de marzo y 3 de abril, en tano el día 10 de abril se dará cierre con una exposición de los trabajos realizados.