La visita, cargada de relatos e historias de vida, fue sumamente enriquecedora para los trabajadores y trabajadoras del museo. Raúl Ingold, guía del lugar, junto a la museóloga Natalia Derudi recibieron una vez más a Eduardo en “la casa de sus tías”. Hijo de Raquel Haedo de Gomes Moreira y nieto de José Antonio Haedo, su infancia transcurrió en el ámbito del actual museo, motivo que lo llevó a ser poseedor de memorias transmitidas de sus mayores, que hoy componen las historias del lugar.

 

“Entre los objetos donados podemos destacar un daguerrotipo de Zenón Haedo; un mate de madera y plata que perteneció a Gertrudis Borrajo de Fontán, hija de Ramona de León y José Borrajo, los primitivos dueños de esta casa; una marca de ganado que perteneció a Andrés Doello, socio de Borrajo; llaves antiguas y lo más sorprendente, una hoja de la puerta original que existió sobre calle San José, que solo habíamos visto en fotografías antiguas y gracias a que Eduardo la conservó por años hoy podemos hacer estudios de su madera, constatar la existencia de restos de pintura y conocer sus herrajes originales. Se trata de una pieza única, poseedora de un gran valor documental”, comentó Natalia Derudi.

 

 

ARCHIVO HISTÓRICO FAMILIAR

La familia posee gran cantidad de documentos que ya han cedido en múltiples ocasiones a investigadores e investigadoras de la ciudad. Desde la coordinación del Museo se solicitaron en préstamo, para ser digitalizados y contar con el fondo documental completo. Fue así que el día sábado, en el taller de Conservación del Museo Casa Natal de Fray Mocho se inició con la tarea, que constó de dos instancias: primero se realizó un tratamiento de conservación a cada uno de los documentos, con un doble objetivo, no solo lograr una mejor imagen en su digitalización, sino también con el fin de preservar el documento a nivel físico, corrigiendo deformaciones e interfoliado con papel libre de ácido los documentos que presentaban mayor deterioro, realizando una limpieza superficial y un control de posibles deterioros biológicos.

 

 

Esta tarea fue realizada por la Lic. en Conservación y Restauración de Bienes Culturales, María del Pilar Piana. En segunda instancia, que estuvo a cargo de Danilo Praderio, quien tomó las fotografías, que sumaron más de 350 imágenes, que abarcan 34 años de nuestra historia, desde el 23 de octubre de 1791 al 10 de octubre de 1825.

 

 

Desde la dirección de Cultura queremos agradecer no solo la visita, sino la generosa disposición de la familia de compartir con la comunidad de Gualeguaychú el valioso acervo que conservan de generación en generación