A través del Decreto N°3467/2022, el intendente Piaggio entregó aportes a las instituciones educativas participantes que están destinados para solventar parte de los gastos relacionados con la Edición N° 63 del Desfile Nacional de Carrozas Estudiantiles Gualeguaychú por un importe total de $960.000.

Estuvieron presentes el intendente Dr. Esteban Martín Piaggio, la viceintendenta Lorena Arrozogaray, la secretaria de Hacienda y Política Económica Delfina Herlax, el subsecretario de Poder Popular Danilo Bertoni, la directora de Cultura Silvana Ferrari, la responsable del área de la Juventud Yamila Butallo, los concejales Juan Boari y Exequiel Quinteros, representantes de la Comisión de Carrozas Estudiantiles y estudiantes y padres de distintos colegios.

“Desde el gobierno municipal impulsamos distintas políticas públicas relacionadas con la cultura y especialmente con la cultura local y carrozas es uno de los eventos más especiales de la ciudad porque en algún momento muchos fuimos parte”, comentó el intendente Piaggio y agregó “las carrozas estudiantiles son parte de nuestra identidad, por lo que vamos a acompañar desde las distintas dependencias del municipio con todo lo que se necesite para que esta edición N°63 pueda realizar de la mejor manera”.

 

Cabe destacar que, en 2003, el Honorable Congreso de la Nación la declaró Fiesta Nacional y que este año el Desfile de Carrozas Estudiantiles se realizará el próximo 8 de octubre en la pasarela “José Luis Gestro” del Corsódromo de Gualeguaychú.

 

Acerca de las Carrozas Estudiantiles
 
Era la primavera de 1958. La profesora de Historia, Blanca Rebagliatti de Lyall, después de disfrutar del paseo del estudiante con sus alumnos, miraba el espectáculo: empezaba a atardecer cuando la caravana de camiones tomaba la calle 25 de Mayo.

Desde las veredas, la gente saludaba la alegría juvenil, en una costumbre que sabría perdurar a lo largo del presente siglo.

La profesora vio el desfile de camiones adornados con ramas, se detuvo en observar el colorido del espectáculo y pensó -como una vaga idea en el aire de septiembre- si no existiría otra forma de canalizar la creatividad y la capacidad de trabajo de esos chicos y muchachas de rostros frescos.

Tenía, seguramente ese mismo año como el anterior, un antecedente más que interesante: la carroza con que la entonces afamada “Tiendas Azcárate” aguardaba la llegada de los estudiantes.

La profesora no le comentó a nadie la idea. La hizo crecer en silencio en los ratos libres que le dejaban las clases en los colegios y la atención de su casa, hasta que, al año siguiente, la planteó en el Colegio Villa Malvina: la próxima primavera, cuando los camiones regresaran del paseo, encontrarían una carroza estudiantil.

Y así fue. Era la primera carroza, pensada por la profesora y concretada por Eclio Giusto. Se llamó «Álbum familiar» y causó sensación entre aquellos estudiantes y también entre todos los desprevenidos que transitaban por las calles céntricas, aquel sábado 20 de septiembre de 1959.
 

«Pretendía dar una idea, mostrar una carroza y dejar abiertas las puertas para una reunión de carrozas en primavera, o un desfile de flores», diría años después Blanca Rebagliatti, esa inquieta mujer que jamás podía imaginar la trascendencia que su idea lograría en los años.

Al año siguiente se conforma la primera comisión de carrozas con los colegios secundarios existentes de la ciudad.
Desde entonces, la fiesta de las carrozas se convirtió en una tradicional actividad, y -con el tiempo- por sus características fue declarada Fiesta Nacional.