Desde el viernes, los diversos equipos sanitarios trabajaron en un relevamiento de personas en riesgos de salud al llegar el agua a su domicilio. Allí se sugirió la evacuación y, en aquellos casos donde la persona tomó la decisión de hacerlo, se realizó el acompañamiento de la persona durante todo el proceso hasta su llegada al centro de recepción y permanencia de personas evacuadas, ubicado en las instalaciones del Escuadrón de Exploración de Caballería Blindado N°2.

En ese contexto, el personal sanitario priorizó a las personas con enfermedades crónicas, niños y niñas y mujeres en etapa de gestación, a las que se las evacuó siguiendo el protocolo vigente para tales eventualidades. A su vez, desde la Salud municipal se brinda asistencia básica y preventiva, y se desarrolla un censo de personas afectadas (evacuados y autoevaluados) con recolección de datos de morbilidad y factores de riesgo.

Durante este sábado, se intensificó la vigilancia epidemiológica de enfermedades relacionadas a la situación de emergencia, con especial atención a las enfermedades transmitidas por agua y alimentos (ETA): salmonelosis, diarreas, fiebre tifoidea, hepatitis y parasitosis intestinales; Enfermedades transmitidas por roedores y vectores: leptospirosis, hantavirus, encefalitis; Enfermedades respiratorias y de piel: bronquitis, bronquiolitis, piodermitis, escabiosis; Accidentes por ofidios y arácnidos (arañas y alacranes).

En un trabajo articulado con el Hospital Centenario se instalaron diferentes postas sanitarias con personal de salud para asistir a los vecinos y continuar con el proceso de profilaxis de las personas que estuvieron en contacto con el agua. Actualmente se estableció un esquema de trabajo, en las zonas inundadas, que incluye cuidadores de salud y enfermería durante las 24 horas, y revisación médica, a los vecinos, una vez en el día con guardia pasiva de médico generalista y médico pedíatra.