Los presentes pudieron recorrer stands con ropa y calzado, artesanías únicas y plantas. Desde tejidos artesanales hasta panificaciones caseras. La Feria de San Francisco también fue el marco perfecto para anticipar la llegada de la primavera.

Se otorgaron premios al mejor sombrero primaveral y al stand mejor decorado. Además, todos los niños que llevaron algo que representara la estación, como flores, collares o vinchas, recibieron su merecido reconocimiento.

La feria no solo es un punto de encuentro para emprendedores locales, sino también es un espacio comprometido con la salud comunitaria. Quienes participaron de la tarde de feria, tuvieron acceso a testeos rápidos de VIH y control de tensión arterial. 

En esta nueva edición, los feriantes y diferentes organizaciones coordinan y planifican este espacio con el objetivo de fortalecer la economía social comunitaria, priorizando y valorando aquellos emprendimientos locales que surgen como medio de vida y subsistencia, fortaleciendo el protagonismo en la producción y comercialización de las familias involucradas.